Decepción, a dos años de querer un cambio

Después de dos años, muchas perspectivas y percepciones han cambiado. Las acciones han sido muy distintas al discurso que se ha dado. Yo misma, lo acepto, siempre quise que todo el plan de nación planteado desde un comienzo tuviera un camino positivo, pero cada vez que pasa el tiempo todo eso se va alejando más y más de lo que se pronuncia.

Tan solo se puede ver en el presupuesto para el próximo año para las normales rurales, uno de los sectores más desprotegidos durante todos los sexenios, a pesar de ser una opción de gran diferencia para jóvenes que quieren estudiar en las comunidades más vulnerables y pobres de México.

A pesar de que se habla de austeridad en muchos temas federales y estatales la realidad es que todo ese ahorro que se genera cada vez no se ve enfocado en rubros reales para el bien de los grupos más necesitados.

Si uno va a los pueblos mexicanos se da cuenta que los agricultores siguen sin apoyos gubernamentales, sin dejar de mencionar a los pescadores en Sinaloa que durante todo este año no se les ha dado una solución real a la crisis que les ha tocado gravemente, los han dejado sin combustible, con menos oportunidades que antes de sacar sus productos del mar.

Sin dejar de mencionar los nulos apoyos que se les ha aportado a pequeños comercios que se han visto afectados en su totalidad, teniendo que cerrar definitivamente y dejando a cientos, miles sin una fuente real de trabajo.

Se habla de que el huachicoleo disminuyó con la estrategia implementada en 2019, lo cierto es que si uno viaje de Puebla a Ciudad de México por la autopista se da cuenta uno que aún persisten estos negocios ilícitos a la vista de todo el mundo. Sin dejar de mencionar tantos proyectos que se mantienen a la vista sin ver realmente la afectación que tendrán comunidades indígenas enteras como el Tren Maya.

Los discursos cada vez se han vuelto más violentos, agresivos y sin una coherencia; se han dejado escuchar discursos sin sentido, incluso algunos parecen bromas pesadas, las referencias machistas persisten y la invisibilización de los feminicidios se sigue dando.

Todos sabemos que los cambios no se producen de la noche a la mañana, sobre todo aquellos que requieren de una gran reestructuración y arduo trabajo, pero siempre hay un camino que se puede seguir paso a pasito, pero a dos años de un cambio que todo un pueblo gritaba por todo un hartazgo generalizado, la verdad es que cada vez la decepción llega poco a poco cada mañana cuando se dan a conocer datos que claramente hablan de un México mágico pero irreal, el mismo que se sigue sangrando y sigue sufriendo de esa impunidad histórica que al parecer es parte de su ADN.