Cuando la inflación nos alcance…

Los números son del Inegi: el año pasado la tasa anual se ubicó en 5.81 por ciento, 2.34 por ciento más. Un aumento muy alto si se compara que entre 2018 y 2021 la inflación anual se venía ubicando en niveles de 4.9 a 5.69 y que incluso en 2020 llegó a ser de 3.4 por ciento.

Lo que reflejan las cifras públicas más recientes es que el plan contra la carestía ha funcionado a medias; según el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, sin el plan México habría registrado ya una inflación 2.6 por ciento más arriba, es decir que se ubicaría en 10.76 por ciento.

Y aunque es optimista al señalar que en dos meses y medio ese plan “ha tenido muy buen desempeño” y logró estabilizar la canasta básica de 24 productos, a la inflación no hay quien la pare.

Lo preocupante es que el costo del plan asciende ya a 574 mil millones de pesos de los cuales para seguridad alimentaria van 68 mil 874 millones; 73 mil millones para subsidiar la electricidad; el subsidio a la gasolina se lleva 430 mil millones y el congelamiento de cuotas unos 2 mil 750 millones de pesos.

Ese dinero es irrecuperable y su pérdida pulveriza el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ha afirmado que "debemos cuidar que no haya inflación y lo estamos logrando. Aunque no les guste (…) tenemos menos inflación que Estados Unidos y que Europa”.

Venga de quien venga el discurso más optimista, así sea Hacienda diciendo que la inflación de México es inferior al promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo cierto es que la angustia de las familias comienzan cuando en los mercados se encuentra que el huevo tuvo un aumento mensual de 8.31 por ciento; la naranja, 15.51 por ciento; la cebolla, 13.79; la papa, 11.96 por ciento y el tomate verde 20.41 respecto de junio de 2022.

Las cifras, otra vez, son del Inegi, pero también están en las calles.

Y si hoy la inflación está en 8.15 por ciento, la expectativa es que al cierre de año alcance el 8.7 por ciento. Cierto es que se trata de un fenómeno mundial, como también es cierto que los esfuerzos del gobierno federal por contenerlo son insuficientes.

Un análisis realizado por el IMCO en junio pasado reveló que «mientras para los hogares de mayores recursos, que se encuentran en el décimo decil de ingresos y perciben en promedio más de 50 mil pesos al mes, la inflación en los precios de la canasta de consumo fue de 7.92 por ciento entre junio de 2021 y de 2022, para los hogares con ingresos de nivel medio el incremento fue de 9.02 por ciento. El impacto es aún mayor para los hogares de bajos ingresos, que tienen recursos de alrededor de 3 mil pesos al mes y vieron un incremento de 9.78 por ciento en el gasto necesario para adquirir la canasta de consumo».

Sí, la tendencia al alza afecta más a los hogares de menores ingresos; y los subsidios a la gasolina que incluyó el gobierno federal en su plan contra la carestía tampoco benefician a los que menos tienen.

Con la novedad de que Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, entregó certificados y consentimientos de la póliza de seguro de vida del Fondo de Apoyo a Periodistas a nuevos integrantes para garantizar las condiciones de libertad de prensa, y ¿si mejor obligan a las empresas dueñas de medios a que cumplan con los derechos laborales de los periodistas? ¿O eso es más difícil?