Consumo da signos de recuperación en el súper y departamentales

En junio junto con la escalonada reapertura de actividades, las ventas en autoservicios y tiendas departamentales cayeron casi 18 por ciento, reportó la Antad. Cifra que contrasta con los desplomes de los anteriores resultados, el de abril de menos 22.9 por ciento y mayo con un retroceso de 19 por ciento, en plena contingencia sanitaria.

La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, en su informe mensual apunta que las tiendas totales, donde se incorporan los establecimientos que abrieron en los últimos 12 meses, vieron caer sus ventas 15.3 por ciento en junio, en relación al mismo mes del año pasado. El comercio que lograron equivale a 584 mil 4 millones de pesos.

La venta que se contabiliza para encabezar el reporte es el de las tiendas con más de un año de apertura, las cuales retrocedieron 17.9 por ciento durante el sexto mes del año, en relación al mismo periodo de 2019, aún en medio de del confinamiento por la pandemia Covid-19, pero con el ligero impulso de la reapertura de algunos establecimientos departamentales y centros comerciales.

La cifra refiere un moderado declive en los resultados, en relación las anteriores caídas se observa una mejoría. Y reflejan que los ingresos en más de 62 mil comercios en todo el país, incluidas cadenas como Soriana y Chedraui, que han estado abiertas durante al menos un año, empiezan a mejorar sus ventas.

A partir de junio, diversas tiendas departamentales como Liverpool, Palacio de Hierro y Suburbia, así como varios centros comerciales, comenzaron abrir sus puertas con un aforo de entre 30 y 40 por ciento dependiendo de su ubicación.

Javier Salas, director de estudios económicos de la Antad, señaló la recuperación no será sencilla. “En enero, el crecimiento esperado en 2020 era de 3.5 por ciento y en mayo era de -50 por ciento. Las ventas se van a recuperar, pero difícilmente vamos a llegar a los niveles que teníamos antes de la crisis de salud”.

“Nadie va a querer comprar ropa o zapatos. Los consumidores están a la expectativa de que les pueden bajar el sueldo o de que pueda cerrar su empresa. Por ahora, estamos viendo que la gente está redirigiendo sus recursos a sus necesidades básicas.”

Carlos Hermosillo, analista independiente de consumo, señala que las tiendas departamentales tienen que adecuar sus esquemas a nuevas experiencias de compra, además de elevar la apuesta por los canales de comercio electrónico, que han tenido un repunte por el aislamiento social.

“El segundo trimestre va a estar bastante golpeado y más débil que el primero. Aunque en la segunda mitad del año habrá una ligera recuperación respecto al primer semestre, va a ser difícil recuperar el ritmo que se tenía antes de la pandemia con una capacidad limitada en las tiendas.

“Regresar a los niveles de facturación con menos gente en el piso de venta va a ser complicado. Las cadenas van a tratar de hacer que los clientes sean más eficientes, que eleven su ticket de compra, aunque hagan menos visitas”, sugiere Hermosillo.

De acuerdo con el semáforo diseñado por la Secretaría de Economía para regular la reapertura de las distintas actividades económicas, las tiendas departamentales arrancarán con un aforo del 30 por ciento por establecimiento.

Además, habrá restricciones para el acceso: a todos los clientes se les pedirá el uso de cubrebocas, se les tomará la temperatura antes de ingresar, se les proporcionará gel antibacterial y se les pedirá pasar sobre tapetes sanitizantes o desinfectantes para limpiar su calzado.

Después de pasar estos controles, los clientes encontrarán detrás de los mostradores a dependientes equipados con cubrebocas, caretas y guantes. Algunas departamentales también implementarán pruebas rápidas para detectar posibles casos asintomáticos de COVID-19 entre sus empleados antes de ingresar a las tiendas.