Congreso condena la violencia de género en Puebla y el país

Por: Mario Galeana

El creciente número de feminicidios en el país ha tocado tierra en el Congreso local.

Durante la sesión ordinaria de ayer, representantes de las bancadas externaron desde la tribuna su rechazo a la violencia de género y otorgaron un minuto de silencio por la muerte de las menores Fátima y Verónica, asesinadas en los últimos días en Ciudad de México y Zihuateutla, Puebla.

Los discursos no fueron más allá de la indignación. Ningún legislador propuso formalmente un viraje en la política de seguridad, el aumento de penas por delitos relacionados a la violencia de género o el incremento de recursos para las instancias de procuración de justicia especializados en la investigación de feminicidios.

A ratos, las intervenciones se convirtieron en un rifirrafe político. Las bancadas del PAN y PRI acusaron la indolencia del gobierno federal y del presidente Andrés Manuel López Obrador, al que responsabilizaron por la falta un plan específico para combatir la violencia de género, mientras que Morena y sus aliados acusaron a los opositores de utilizar los crímenes con fines políticos.

“Su oportunismo espanta. Es frívolo y no tiene ninguna razón de ser. La politización de este tema es aún más dolorosa”, arengó la morenista Estefanía Rodríguez Sandoval, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.

De entrada, Morena y sus aliados sólo tenían contemplado que la diputada Nora Merino Escamilla, del PES, fijara un posicionamiento en representación de la LX Legislatura. Pero la oposición se opuso y consiguió que todas las bancadas intervinieran.

Merino Escamilla dijo que los feminicidios no comenzaron en el actual gobierno y lo atribuyó al abandono de los valores y principios. “Es larga la lista de lo que es inaceptable, pero afortunadamente es aún más larga la lista de lo que podemos hacer”, capituló.

La priista Rocío García, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género cuestionó cuántos feminicidios deben ocurrir para que autoridades tracen un plan contra la violencia de género.

“Esta niña y todas las mujeres claman unidad nacional, piden a las autoridades y a todos nosotros responder con altura. Todas, víctimas anónimas, claman un “¡yo acuso!” y un “¡ya basta!”, para no ser palabras vacías, ni letras muertas, ni expedientes encima de un escritorio, ni olvido de una memoria indolente en un país acostumbrado al silencio”, sostuvo.

En alusión al presidente de México, que ha acusado a sus adversarios de sacar raja política con los crímenes contra mujeres, la panista Mónica Rodríguez Della Vecchia dijo que quien vea a los feminicidios como “ataques políticos” debe renunciar