Alimenta narcocultura participación de mujeres en el crimen

Ana Laura Gamboa Muñoz, responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género de la Ibero Puebla, cree que las series sobre narcotraficantes reflejan lo que ya pasa en la sociedad y que alimenta la participación de las mujeres en estas actividades.

“Hay que entender cómo trabajar y deconstruir estos imaginarios que no son reales, porque finalmente reproducen una violencia social y de género”.

La académica opinó que no hay que dejar a un lado que muchas veces las mujeres no se dedican al crimen organizado por gusto o por falta de oportunidades o de un empleo digno, ya que también son forzadas a pertenecer a las bandas.

El especialista en seguridad, Roberto Esquivel Ruiseco,opina que la clave está en la educación desde casa, para evitar que menores consuman contenidos donde se normaliza la violencia.

Ambos especialistas coinciden en que se deben crear políticas públicas para reducir la participación de las niñas en el crimen organizado, pues vulneran sus derechos humanos.

El informe “Reclutamiento y Utilización de niñas, niños y adolescentes en México”, elaborado por el Observatorio Nacional Ciudadano y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) identificó que entre 11 mil 317 y 19 mil 500 menores de edad que viven en Puebla, son vulnerables a ser reclutados.

Para las niñas, son casos mínimos en los que son contratadas como halcones o sicarias, pues la mayoría de veces son tratadas como esclavas sexuales o parejas de los comandantes y miembros de la organización.

También son violentadas al grado de ser sometidas a planificación u obligadas a abortar, incluso a embarazos forzados.