facebook comscore
¡Shshshshshsh, escucha!

¡Shshshshshsh, escucha!

Columnas jueves 24 de septiembre de 2020 - 01:57

No sabemos escuchar. En cuanto alguien nos platica algo nuestra reacción es interrumpirlo y opinar sobre lo mal que está actuando, sobre lo que debería decir, de hacer, incluso de pensar o sentir… pero, este pedo NO FUNCIONA ASÍ.

Todos tenemos una necesidad ENORME de ser escuchados, lo que menos buscamos es que nos sermonen.
Rara vez necesitamos consejos o que nos digan el típico: “te lo dije”. Siempre queremos platicar nuestros problemas o lo que estemos viviendo, y lo que más queremos es que el otro se quede con la boca cerrada… algo que para la mayoría de nosotros es misión imposible.

Se han escrito cientos de libros sobre El Arte de Saber Escuchar, pero nuestro EGO es demasiado grande y siempre queremos opinar y ponernos en una posición por encima del otro, donde YO SÉ y TÚ NO, donde YO TENGO LA SOLUCIÓN y te voy a ayudar con tus problemas… ¡Y NO, NO QUEREMOS ESO!

¡Solo escúchame!

De acuerdo con la RAE, escuchar es “prestar atención a lo que se oye”, y es muy diferente a oír, que es nada más percibir sonidos. Cuando estamos en una conversación y el otro empieza a hablar, sé honesto conmigo, apoco no nos perdemos en nuestro mundo, nos da hueva escuchar, nos empezamos a comparar con lo que está diciendo el otro, es decir, pensamos lo que nosotros haríamos en su lugar y aseguramos tener la razón.

También hacemos suposiciones y juicios de porqué actúo así el otro o, simplemente, estamos estructurando nuestro siguiente comentario. El resultado: NO nos interesamos por lo que el otro nos comparte, estamos ensimismados juzgando y etiquetando al otro, pensando que es un pobre pendejo que nooo tiene idea de cómo resolver sus pedos.

Si nuestro amigo parlante se extiende mucho en su speech, pobre wey porque nos perdió hace más de 10 minutos, nos ponemos a pensar en la inmortalidad del cangrejo, en lo que tenemos que hacer saliendo de este cafecito, en lo que tengo que entregar de mi trabajo, en la tarea que tiene que hacer mi hijo, en todo menos en lo que nos está diciendo la persona que tenemos enfrente.

Si por algo nos cayó el veinte de que sigue hablando, nos ponemos a buscarle soluciones que él NO NOS HA PEDIDO, pero nosotros podemos resolverle su problema porque pues sabemos más de él que él mismo (pinche EGO). Otra cosa que hacemos esponerlo a prueba, es decir, le discutimos que de dónde sacó esa idea, que está en el hoyo, que estamos en completo DESACUERDO con su actuar y, obviamente, lejos de sentirse comprendido,
lo hacemos sentirse inadecuado. Así que el pobre personaje que
necesitaba ser escuchado busca cambiar de tema haciendo comentarios
para agradar al otro.
Sin embargo, en recientes publicaciones de Forbes nos dan
las siguientes soluciones para ser un buen escucha, para ser una
persona empática, comprensiva y que realmente se interese en
conversaciones ajenas:
1. Dejarlo hablar (suena fácil pero como nos cuesta mantener
la boca cerrada sin opinar y aconsejar).
2. Hacer preguntas sobre lo que me está platicando, que se dé
cuenta que realmente estoy interesado en él y si no —que también
se vale—, no pierdan los dos su tiempo. Escúchalo empáticamente,
no nada más captando los sonidos, sino también con tus
ojos y tu corazón, tratando de sentir cómo él vive esa situación.
3. Evita distracciones (nada más culero que estar contándole
tus penas a alguien y que saque su puto celular).
4. Contacto visual, ¡es básico!
Y por último:
5. NO interrumpas.
Entonces qué, ¿sabes escuchar?

Envie un mensaje al numero 55-11-40-90-52 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas
El tren de la verguenza Columnas
2024-03-25 - 23:07
Colosio y el México que no pudo ser Columnas
2024-03-24 - 23:08
Cinco décadas y contando Columnas
2024-03-21 - 19:30
El héroe de las mil caras Columnas
2024-03-20 - 23:07
La opacidad de las encuestas Columnas
2024-03-20 - 23:05
+ -