“Las mujeres no tenemos que renunciar a nada”

Su mamá le enseñó a Rosa de la Paz Urtuzuástegui Carrillo a quitarse “el polvo de las caídas” y ahora ella enseña a su hija Andrea el amor propio, la independencia y a prepararse mejor frente a los retos de la vida.

De abogada fiscal en la Secretaría de Hacienda Federal en 1991 llegó a convertirse en la primera mujer al frente de la Consejería Jurídica en la LXIII Legislatura del Senado de la República de 2017 a 2018.

Ocupó la Secretaría de Administración en la gestión del gobernador Miguel Barbosa de octubre 2019 a julio de 2021 y actualmente funge como magistrada de la Sala Especializada en Materia de Responsabilidades Administrativas del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Puebla.

En entrevista con Diario ContraRéplica Puebla, reconoció el esfuerzo de las mujeres para vencer barreras de género.

– Primero que nada mi necedad. La terquedad me ha llevado a conquistar muchos retos, hacerme más fuerte, estudiar y prepararme mejor.

– Una de las mujeres que ha sido el mayor referente en mi vida, es mi mamá, que siempre me enseñó a hacerme independiente, disciplinada y “a quitarme el polvo de las caídas para seguir adelante”.

También tuve el apoyo de niñeras y empleadas maravillosas, mi suegra y otras mujeres más.

– Sin duda, cuando las mujeres identificamos esa fuerza que podemos darnos unas a otras, es totalmente imparable.

– Porque llegamos a un territorio muy masculinizado y relativamente tenemos poco tiempo de haber ido conquistando estos espacios. Obedece a un sistema cultural y familiar donde nos quedamos cortos en empoderar a las niñas ante un ambiente de misoginia, discriminación o acoso.

– Lo que viví de niña, la fortaleza de mis padres me inyecta el ánimo para salir adelante y ahora, en mi responsabilidad de madre, con una hija y un hijo.

– Mi hija Andrea y su amiga protestaron porque las niñas debían llevar falda los días lunes en la secundaria; sin embargo, durante cuatro meses convencieron al director de la escuela y lograron establecer el uniforme neutro (pantalón y/o falda).

Yo me sentí mamá gallina porque la enseñanza en casa arrojó frutos.

– Las mujeres no tenemos que renunciar a nada, si tenemos un sueño muy profundo en nuestro corazón la herramienta es organizarte y la clave es conseguir el apoyo de tu familia para que encuentres tu felicidad.

– Primero en amarse a uno mismo, porque si te amas pones límites, si te respetas no permites que nadie te dañe.

– A mí las cuotas de género me aprietan el zapato, aunque ayuda lo que se ha logrado en el campo legislativo. La educación y la capacidad deben llevarte a los lugares que tú aspiras. Llegar solo por el hecho de ser mujer tampoco nos ayuda.

– Es cierto, pero a veces nos regateamos a nosotras mismas cuando nos boicoteamos, desconocemos el valor que tenemos y dejamos de creer en lo que podemos hacer.

– Mi disciplina, mi terquedad, siempre el ánimo de seguir adelante.

– Soy inquieta, hiperactiva, tengo hambre de todo. Veo una resolución y le digo a mi equipo “hay que ponernos a leer y a estudiar más”.

– Creo que está en mi entorno; contribuyo con mi ejemplo, mi equipo es paritario, pero siempre busco empoderar a mis colaboradoras y, como mamá de Andrea, es hacerla más valiente para cuando viva su etapa adulta.