¿A qué Vino la Maestra Elba Esther Gordillo a Puebla?

(Supongo que los jueces no escaparán a ese escrutinio).

Hay jueces y magistrados que tienen una extraordinary Life que ya envidiaría Emilio Lozoya Austin.

Antes de la pandemia, algunos de estos personajes vivían en los aeropuertos y en los hoteles más sofisticados del mundo.

Las residencias en las que habitan sus sueños más obtusos se hallan en las zonas de privilegio.

Sus autos y camionetas son de sueño.

Sus casas chicas, no se diga.

Algunas son más grandes que sus casas grandes.

En otras palabras: le han sacado lustre al Poder Judicial de manera desproporcionada.

Auditar su modo de vida no está nada mal, pues un juez o magistrado dentro de la ley tendría que vivir en la honrosa medianía proclamada por Benito Juárez en su último discurso como gobernador de Oaxaca.

Dicha auditoría —ufff— sacará chispas, pues evidenciará sin duda el tamaño de los negocios.

No podría ser de otra manera.

El Poder Ominoso. La citada reforma judicial va encaminada a depurar el Tribunal Superior de Justicia.

Además, aspira a fortalecer la carrera judicial.

Otro punto importante será el relacionado con el presupuesto asignado.

Y es que se prevé que se incremente en aras de abatir el enorme rezago que existe en el Poder Judicial.

Todo esto estará presente en la Ley Orgánica que regulará a dicho poder.

Protagonistas de la historia que veremos serán los jueces.

Todos los reflectores están sobre ellos.

Y es que la independencia de éstos debe ser entendida como un instrumento propio e indispensable de la impartición de justicia que por desgracia se ve afectada cuando el ejercicio de la función de un juzgador se desvía del imperio de la ley porque se atiende al influjo de fuerzas o presiones ajenas a ella.

Es decir: cuando por otras razones que no derivan de la norma aplicada, se resuelve o se falla un caso concreto.

La historia de la opacidad y de la mala interpretación de las leyes en nuestro estado —lo hemos visto hasta el cansancio— es nuestro pan de todos los días.

Nada será igual después de la reforma.

Y todo transitará en la autopista inaugurada por el gobernador Miguel Barbosa Huerta una vez que inició su administración: la de desmontar el modelo de negocios que imperaba.

Ya inició esa tarea en el Ejecutivo y en el Legislativo.

El Poder Judicial era una asignatura pendiente.

No lo será más.

Todo esto tiene que ver con otra tarea: la relacionada con el cambio de régimen.

No es cosa fácil.

Un cambio de régimen implica un cambio cultural.

Una nueva manera de hacer las cosas.

Y eso no se da por arte de magia.

Hay que desmontar primero para volver a montar.

Un buen ejemplo de lo que no funciona ha sido el Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado.

La carta de renuncia del abogado Jaime Cardenas a dicho organismo evidenció algo:

Que el cambio de actitud no se da en automático.

Muchas son las deficiencias, muchos los vicios, muchas las deformaciones.

Un cambio de régimen es, pues, una tarea que hay que hacer todos los días.

Diría Cantinflas: para Devolver lo Robado por el Instituto Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado habría que crear la Comisión Nacional para Devolver al Pueblo lo Robado.

Y la Maestra Bebe un Poco. La maestra Elba Esther Gordillo vino a Puebla.

Y no vino sola.

Y no se entrevistó con las Redes Sociales Progresistas.

Y no se sentó con nadie de su movimiento.

(Ninguno de ellos supo que vino).

El quintacolumnista llegó a comer a El Desafuero con un generoso amigo.

Ahí estaba yo —comiendo tostas de gulas con un gran vino de Vega Sicilia y la casa Rothschild— cuando la vi.

Fue como un gran espectáculo.

La mismísima maestra Elba Esther en El Desafuero.

¿Qué comió?

Unos langostinos al mojo de ajo.

¿Qué bebió?

Un albariño.

¿Qué degustó?

Un orujo.

¿Con quién estuvo?

Con nadie de la política poblana ni de la política nacional.

Digamos que con alguien que avanzaba, envuelto en el misterio, sólo con la mano izquierda.

Una mano izquierda enamorada del amorsss.